Tony Robbins, Coronavirus y un Nuevo Renacimiento

Era domingo 8 de marzo de 2020 y me encontraba en el aeropuerto de Ezeiza con mi padre y mi novia, esperando para ingresar a la zona de embarque para tomar el vuelo que me llevaría a Los Ángeles, a donde arribaría al día siguiente a media mañana, horario de la Costa Oeste de Estados Unidos. Viajaba al evento «Unleash your Power Within») de Tony Robbins que tendría lugar desde el siguiente jueves 11 de marzo hasta el domingo 16 a las 19 horas. Tomábamos un café los tres, mientras charlábamos de distintos temas, entre ellos, el de una enfermedad que se estaba dando del otro lado del mundo, en China y que se había expandido hacia algunos otros países. Nada de qué preocuparse -aparentemente-, más allá de algunas pocas personas que pasaban caminando por distintos lugares del aeropuerto, con barbijos.

Así fue que ingresé a la zona de embarque alrededor de las 18 hs., atravesando los controles migratorios con total normalidad. Hacía año y medio que no viajaba en avión, lo cual generaba un poco de ansiedad que se sumaba a mi ansiedad por el evento de Tony en sí mismo. Tenía la intuición que ese evento cambiaría mi vida para mejor. La asistencia a ese evento me encontraba en un muy buen momento personal, con mis proyectos muy claros, con mi actitud y mi energía muy focalizadas en llevarlos a cabo y en plena mejora de las distintas áreas de mi vida. Era el momento ideal para vivir algo como el evento de Tony.

Así, despegó mi vuelo hacia la ciudad de Santiago de Chile, única escala del largo viaje hacia Los Ángeles. Pasando como pasajero en tránsito, fui directo hacia la zona de embarque para tomar el correspondiente vuelo hacia Los Ángeles que saldría casi dos horas después. Y fue allí, en la zona de embarque, esperando el siguiente vuelo, que comencé a tener un adelanto de lo que vendría: un gran contingente de ciudadanos chinos (alrededor de unos 60) se encontraban en la misma zona de embarque, esperando para tomar el mismo vuelo que yo. Todos con el correspondiente barbijo puesto. En ese momento que tomé conciencia de eso, una sombra recorrió mi ser. Sentí un escalofrío por todo el cuerpo.

Me considero una persona altamente saludable, al punto de creer que con nuestras creencias y pensamientos somos los creadores de todo, incluso de nuestra salud. Y estoy convencido de esto. Pero hoy veo que como humanos, como civilización, también hemos creado con nuestras creencias, nuestros pensamientos y sobre todo, con nuestro estilo de vida, esta pandemia que yo estaba comenzando a ver en aquel momento.

Yo no disponía de barbijo ni de ningún otro tipo de protección en especial; sólo mi sistema inmunológico y mis defensas, consecuencias de mi estilo de vida altamente saludable. Y de la confianza de que aquellas funcionasen a su máximo nivel en aquel vuelo. Así, me dispuse a viajar y me entregué a la situación. Nada iba a evitar que asistiera al evento más esperado de mi vida. O si…?

Así, luego de unas 11 horas de vuelo de las cuales pude dormir (dormitar) la gran mayoría, el avión comenzó su descenso a la ciudad de Los Ángeles en horario, tocando tierra alrededor de las 10 a.m. del lunes 9 de marzo. Encendí mi celular. De pronto, al recobrar señal el dispositivo, como suele suceder comenzaron a ingresar los mensajes de Whatsapp, todos de golpe, súbitamente, viendo que en el grupo del evento de los Latinoamericanos que asistiríamos habían más de 250 mensajes nuevos. Y fue así que llegó en ese momento lo inesperado, lo que supuestamente era imposible que sucediera: alrededor de las 5 a.m. de ese lunes, el equipo de Tony nos había notificado la cancelación del evento. En ese momento, comencé a ver cómo todo estaba cambiando. Y cuando digo todo, me refiero a TODO.

Bajé del avión casi como un autómata, leyendo mensajes y digiriendo de a poco la noticia, llegando a la zona de migraciones del aeropuerto de Los Ángeles, sin la mínima preocupación del ingreso en Estados Unidos. Aún estaba shockeado. Sin embargo, hice los trámites normalmente y pasé sin problemas los controles. Finalmente me quedé a 5 metros de la puerta de salida del aeropuerto con el celular en la mano, leyendo mensajes y reflexionando.

«Ok, Fede, ya estás en esta situación. Qué es lo mejor que podés hacer para solucionarla?». Así comenzó a pensar mi mente. Gracias a Dios, tengo muchos años de trabajo interno personal encima y muchas experiencias en las cuales fui aprendiendo (muchas veces con mucho dolor) a no ceder a mis emociones. Por eso en ese momento en que me encontraba solo, en un país extranjero donde se habla otro idioma, con reservas de alojamiento hechas, ticket del evento y pasajes en ómnibus y avión pagados, tomando conciencia de que todo eso estaba perdido, pude tener la suficiente calma para pensar. Y pensé… y pensé.

Entonces, empecé a actuar. Primero, cómo había sido el tema de la cancelación: tomé conocimiento de que el equipo de Tony Robbins había decidido cancelar el evento casi 5 días después de la declaración del «estado de emergencia» por parte del Gobernador de California. Grave error de Tony, ya que si hubiera cancelado el evento el mismo día que se decretó dicha declaración, la mayoría de nosotros no hubiéramos viajado. Al menos yo, seguro, pues mi único motivo del viaje era asistir al evento en San José. Así, decidí hacer saber al grupo de latinos que yo iba a reclamar el reembolso del ticket y una indemnización por los gastos perdidos y los perjuicios sufridos, perdida de tiempo, molestias y demás. Armé entonces un grupo de whatsapp para quienes querrían reclamar lo mismo, al cual se unieron poco más de 30 personas, junto con las cuales hoy me encuentro reclamando legalmente.

Luego de decidir esto, allí parado en el aeropuerto, comencé a pensar hacia dónde moverme. Me quedaría a conocer Los Ángeles? Yo tenía reserva en Venice Beach, lugar que me interesaba conocer, principalmente sus playas y puntualmente Muscle Beach, debido a mi pasión por las pesas y el entrenamiento físico. Era una opción y no parecía una mala opción. El problema es que para ello debía cambiar mi pasaje de vuelta y no dependía de mí elegir el día y el vuelo para volver. Así, luego de un buen rato de reflexión y de discutir en los grupos de Whatsapp sobre los pasos a seguir respecto de Tony Robbins, me dirigí a las oficinas de Latam en la planta baja del aeropuerto para solucionar el tema de mi vuelta.

Encontré allí una señora, empleada de Latam, de origen latino, a la cual le pude explicar toda la situación sucedida. Que debido al Coronavirus se acababa de cancelar el evento de Tony Robbins del fin de semana siguiente, y que debido a ello debía volver a mi país lo antes posible, a lo que ella me informó que esa misma tarde volvía a Buenos Aires el avión en el que yo había llegado. Puntualmente a las 15.30 hs. de Los Ángeles, despegaba el avión. Le pregunté entonces si cabía la posibilidad de volver en dicho vuelo, contenstándome ella que podría ser, pero que debía hablarlo con su supervisora.

Luego de un par de horas, esta señora me confirmó que podía volver ese mismo día en dicho vuelo de las 15.30 hs., sin costo alguno, debido a la excepcional situación que se estaba viviendo por el tema del Coronavirus. Así, a las 15.30 hs. del día lunes 9 de marzo, me encontraba embarcando nuevamente de retorno a Buenos Aires, con la correspondiente escala en Santiago de Chile, arribando al aeropuerto de Ezeiza a las 10 hs. del día martes 10 de marzo. De allí, a la oficina el resto del día para terminar nuevamente en mi casa a la noche. El rally de dos días había terminado. Sin embargo, eso no era más que el principio del cambio que ya mencioné. Del cambio de TODO.

Si hay algo en lo que no me equivoqué fue en que dicho viaje cambiaría mi vida (una vez más) y cambiaría la realidad. Al día siguiente decidí quedarme en mi casa, ya que en Argentina ya se estaba hablando de Estados Unidos como un país de riesgo respecto al tema del Coronavirus. Se sumaba a China, Irán, Corea del Sur, Italia y España. Y ya se hablaba del proyecto de Decreto presidencial que establecería una cuarentena obligatoria de 14 días para quienes hubieran viajado a dichos destinos en los últimos días. Fue así que al día siguiente, ese Decreto de Necesidad de Urgencia fue emitido, por lo que ahora debía quedarme 14 días confinado en mi casa a cumplir la cuarentena, sin poder salir de mi casa ni tener contacto personal con absolutamente nadie. Ni mis hijos, ni mi novia, ni mi familia, amigos, nadie. «Tony, esta me la vas a pagar muy cara….». Por supuesto que todas estas consecuencias se sumarían al reclamo contra el imprudente Gurú.

Video que hice dirigido a Tony Robbins

Así, un nuevo golpe era asestado. Nuevamente reflexión meditación y análisis ante la situación de aislamiento y encierro por 14 días. Nada de descontrol emocional ni de caer en desánimo. A buscar soluciones para las distintas áreas y actividades de mi vida. Y así lo hice. Me encuentro en plena recreación de mi trabajo, mi vida social y relaciones, mi entrenamiento y alimentación y buscando aprovechar el tiempo lo máximo posible. Estoy de alguna forma, renaciendo, una vez más.

En lo concreto, estoy digitalizando todo mi trabajo como abogado y como coach, estoy entrenando y dando entrenamientos desde mi casa y me comunico con mis seres queridos por Whatsapp y Zoom. Leo mucho, escucho podcasts, veo videos, busco nutrir mi mente y mi alma lo más que puedo. Porque está cambiando TODO. Es un cambio de era lo que estamos viviendo. Es la REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA.

Este cambio no es nuevo, a pesar de que se está viendo con mucha más fuerza ahora. Es un cambio que viene desde hace bastantes años. La tecnología está tendiendo a reemplazar a los humanos en las tareas más mecánicas que no necesitan creatividad ni humanidad, la globalización es casi absoluta y debido a eso todo se expande a velocidades atroces (desde la información hasta las enfermedades), por lo que cada vez resulta más importante asumir la responsabilidad de que lo que hacemos en un lugar del mundo, repercute inevitablemente en todo y todos. El efecto mariposa en su máxima expresión. Somos un todo, un enorme ecosistema en el cual necesitamos (no ya si lo deseamos o no) cooperar entre todos para sobrevivir.

Se acabó la era de la propiedad absoluta, del egoísmo extremo, del no pensar en los demás al actuar, de la dilapidación de recursos, de la ley de la selva. Se acabó el ojo por ojo, pues es evidente que terminaremos todos ciegos. Estamos ante un nuevo Renacimiento, el renacimiento de la conciencia, el renacer del SER, de las personas con sus dones más que con sus profesiones. Con sus talentos, sus virtudes, su compromiso y su amor, más que con sus títulos, su dinero, sus lujos y sus posesiones.

Es el volver a mirar la realidad (o hacerlo por primera vez) desde el punto de vista de lo realmente importante: a quién le importa ahora cómo van los resultados del fútbol, o qué estrenos salen en el cine, o qué están haciendo en este momento los famosos?. Los desbalances, las desigualdades y los sinsentidos que llevamos tanto tiempo creando los humanos en este mundo, tarde o temprano se vuelven a balancear, a igualar y a cobrar sentido. La naturaleza y el Universo son infinitamente más fuertes que nosotros, y sus leyes son INQUEBRANTABLES. Más tarde o más temprano, la sentencia llega, y la balanza se acomoda.

El Coronavirus, esta enfermedad, esta pandemia que estamos atravesando, no es otra cosa más que El Gran Igualador: no hace diferencia de clases, ataca tanto a pobres como a ricos, a lindos, a feos, a gordos, flacos, profesionales, analfabetos, cultos, bohemios, materialistas, famosos y desconocidos. Nadie está exento. Sólo remite cuando tomamos conciencia y aplicamos la prudencia quedándonos en casa, cooperando con los demás, respetando las distancias…. Frenando, reflexionando y cuidando nuestra salud, nuestra alimentación, nuestra energía, junto con las de los demás. Qué paradoja, todas cosas que hasta hace unas semanas, la gran mayoría de la población no estábamos habituados a hacer.

Federico Medina
Coach de Wellness

Si te gustó este artículo y te interesa este tipo de contenido sobre liderazgo y desarrollo personal, superación y cómo mejorar la vida en general, a través de mejorar aspectos como la salud y el desarrollo físico, las relaciones interpersonales y la abundancia y prosperidad individual, te invito a que te suscribas al blog dejando tu mail en el siguiente formulario. Muchas gracias!

Procesando…
¡Lo lograste! Ya estás en la lista.

2 comentarios sobre “Tony Robbins, Coronavirus y un Nuevo Renacimiento

  1. Hola, en España tambien estamos afectados porque Spai Coach no nos devuelve el dinero del evento en Birmingham. Como llevas la reclamacion? Podemos abrir una reclamación conjunta desde España? Contacta conmigo plissss

Deja un comentario