El Poder de la Mente y la Autocuración

Cuánto tardamos en curarnos de una lesión, en sanarnos de una enfermedad? Para curarnos, escuchamos a nuestro cuerpo cuando nos habla a través del dolor? Lo tratamos con cariño y amor o simplemente buscamos evadirnos del dolor mediante fármacos y drogas recetadas por médicos?

Y cuando hacemos esto último, nos sanamos verdaderamente o simplemente posponemos el malestar que volverá a aparecer de manera irremediable y en mayor medida para hacernos aprender con un golpe más duro?

Hace 3 días (el viernes pasado por la noche, hoy es martes), tuve una tremenda lesión en la parte baja de la columna mientras me ejercitaba en la prensa, en el gimnasio. Contraje tanto el cuerpo, puntualmente la columna, que sentí un pinchazo repentino muy fuerte en mi parte baja de la columna. Sinceramente, tuve miedo de haber dañado la médula espinal. 

Como pude, logré levantar la prensa (por suerte le había cargado poco peso) y ponerme de pie. Sin embargo, casi no podía caminar del dolor. Apenas pude continuar mi entrenamiento unos minutos más y me tuve que ir porque el dolor era insoportable. Sin dudas había forzado demasiado mi cuerpo, y éste me lo estaba haciendo saber de la manera más dura.

Sin embargo, en lugar de ir a un médico traumatólogo para ver qué había pasado, opté por escuchar la reacción de mi cuerpo, dándole descanso al trabajo de piernas y core. Ni siquiera tomé analgésicos ni anti inflamatorios.  Recién el sábado volví al gimnasio para hacer trabajos de estiramiento y flexibilidad, y algo de pesas en brazos, hombros y pecho. Y de a poco el dolor comenzó a ceder. 

Lo llamativo de esto, es que desde el día siguiente de la lesión, mi mente siempre estuvo puesta en que mi cuerpo tiene toda la capacidad de auto sanarse. Y puse toda mi energía en que mi cuerpo definitivamente se sane a sí mismo. Es que así lo creo hace tiempo, y así lo vivo.

Me dediqué a hacer mis cosas y dejé que mi cuerpo trabajara solo, dándole el reposo suficiente e internamente confiando en su propia capacidad para sanarse. Y esto fue lo que sucedió: MI CUERPO SANÓ POR SÍ MISMO.

Ayer por la noche (lunes), fui al gimnasio a entrenar la parte superior del cuerpo y no sentí absolutamente ninguna molestia, ninguna incomodidad. ES COMO SI LA LESIÓN NO HUBIERA OCURRIDO. Incluso hice ejercicios como el Muscle Up, fondos (con lastre de 40 kg) y Dragon Flags, que son ejercicios muy exigentes para el cuerpo entero y la columna, y simplemente fue como si la lesión no hubiera existido.

Cualquiera podría pensar que la lesión no fue tal o que sólo fue una molestia. Sin embargo, hago deporte y entreno desde los 6 años. Hago deporte de alta competencia desde los 22 años y sé perfectamente cuando sufro una lesión de gravedad o una simple molestia. En este caso, hasta tuve miedo de haber sufrido una hernia o incluso haber dañado mi médula espinal. A ese punto sentí el dolor.

Sin embargo aquí estoy, cómodamente sentado sin sentir absolutamente ningún tipo de molestia ni nada como si la lesión no hubiera existido.

Personalmente se lo atribuyo al poder de mi mente y a la creencia (convicción) de que mi cuerpo tiene la inmensa capacidad de sanarse a sí mismo. Y debido a que lo creo, es que así sucedió. De eso se trata en definitiva todo en esta vida: CREER PARA VER. O más aún, CREER PARA CREAR.

Ya se lo dijo Cristo a Tomás: bienaventurados los que creen sin haber visto…

Federico Medina
Life & Wellness Coach

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